Proceso de reciclar acero

El proceso de reciclar acero resulta fundamental para que podamos disfrutar de su utilización sin generar daños mayores al medio ambiente. Este metal se encuentra a día de hoy presente en infinitud de objetos y elementos que utilizamos en nuestra vida diaria. No sólo en pequeños utensilios de cocina como tenedores o cucharas, también en grandes construcciones e infraestructuras. La demanda de este metal es tan elevada, que sería insostenible desde el punto de vista medioambiental y económico su constante extracción.

El reciclaje de acero: uno de los más frecuentes

Una de las principales características que destaca de este metal es que es 100% reciclable. Es decir, puede utilizarse y reciclarse una y otra vez sin perder apenas sus propiedades como material. No reduce ni su resistencia, ni su dureza ni su maleabilidad, lo que lo convierte en idóneo para ser reutilizado.

Tal es la magnitud del reciclaje de acero que prácticamente la totalidad de los productos nuevos que lo tienen entre sus compuestos, contienen casi un 40% de acero reciclado. De hecho, la única razón por la que sí que se sigue produciendo desde cero es porque no es suficiente únicamente con el que se obtiene mediante el reciclado para satisfacer toda la demanda.

Además, puede reciclarse incluso aunque no se haya realizado de manera óptima el proceso de reciclaje en las primeras etapas, es decir, aunque se deseche “mal” en el lugar donde se generan los residuos. Dados sus componentes magnéticos, se puede separar de manera muy sencilla. Aunque llegue al vertedero mezclado con desechos genéricos, la mayoría de las instalaciones cuentan con electroimanes que extraerán los productos que lo contengan.

¿Cómo es el proceso de reciclar del acero?

Dependiendo del tipo de desecho, irá destinado a un lugar u otro. En el caso de los pequeños utensilios de acero domésticos, irán directamente al contenedor amarillo. Si se trata de productos de mayores dimensiones, aunque también domésticos, deben ser entregados a un punto limpio. Hablamos en este caso de electrodomésticos como neveras o lavadoras. En cuanto a desechos de origen industrial o automóviles, será la empresa encargada de compraventa de chatarra la que se encargue de su recolección.

Una vez es recogida la chatarra, es prensada hasta formar paquetes compactos para facilitar su transporte hasta la industria o acería donde se tendrá lugar el proceso de reciclado. Allí, primero se purifican los bloques para eliminar residuos de otros materiales que puedan contaminar el proceso. Tras ello, se funden en unos hornos especiales para después solidificarlos en láminas y finalmente volver a venderlo como materia prima a las industrias donde lo utilizarán.

Cómo el reciclaje de acero es beneficioso para el medio ambiente

El proceso de reciclar acero tiene una enorme importancia ecológica y medioambiental. Es crucial para la economía circular, es decir, para la preservación de productos, materiales y recursos en el ciclo productivo el mayor tiempo posible. Según los estudios, el reciclaje de una tonelada de acero equivale a un ahorro de hasta una y media de mineral de hierro, más de un 80% de agua, un 80% de energía y un 95% de carbón. Asimismo, se reducen las emisiones de carbono y, en consecuencia, el efecto invernadero. El reciclaje del acero supone una reducción de una vez y media su peso en CO2.

Es evidente que la responsabilidad social y medioambiental de las empresas es cada vez mayor, por lo que desechar adecuadamente sus desperdicios resulta de vital importancia para de verdad llevarla a cabo.

En Garfella Carsi, estamos plenamente concienciados en cuanto a la sostenibilidad y el respeto al medio ambiente. Por ello, ayudamos a las empresas mediante la gestión, recogida y transporte de residuos metálicos facilitando así su incorporación en el proceso de reciclaje. No dudes en solicitar tu presupuesto, nuestro equipo de profesionales y expertos en el sector estarán dispuestos a ofrecerte sus servicios.

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